Se trata de un juego fácil y muy socorrido en caso de que el habitual patoso de cada grupillo haya hecho perder algún dado, carta o artilugio similar utilizado en otro juego para beber. Aquí simplemente necesitamos saber contar en números romanos: "I, II, III, IV, V"... Cada participante del juego irá diciendo un número por orden ascendente hasta que alguno se equivoque o esté un lapso de tiempo demasiado prolongado demandando ayuda a sus neuronas. El perdedor se bebe un vaso, generalmente de chupito, e inicia la siguiente ronda contando desde "I". ¿Cuál es la gracia? Que a la hora de contar en voz alta haremos esta equivalencia:
- I se dice Puta
- V se dice Hijo de puta
- X se dice Tu puta madre
- L se dice Todas putas menos mi madre (sólo para profesionales, generalmente se falla antes)
Es un juego indicado para echarte unas risas mientras pones a caldo al personal (habitualmente, ante la atónita mirada de otras personas presentes en el local y que no conocen de qué va el juego) o para desahogarte mientras le dices a alguien de la cuadrilla lo que piensas sobre él/ella con una buena coartada. Lo veremos mejor con un ejemplo:
Jugador A debe decir 7 (VII): "¡Hijo de puta, puta, puta!"Entrada escrita con pasión e hijoputismo por cotta
Jugador B debe decir 8 (VIII): "¡Hijo de puta, puta, puta, puta!"
Jugador C debe decir 9 (IX): "Mmmh... ¿Por qué número vamos?" El jugador C ha de beber, pues debería haber dicho "Puta, tu puta madre". Empezará la siguiente ronda desde 1 (I), es decir, "Puta".
Imagen (CC) | kjgarbutt
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